Muchas personas se empeñan en separar cerebro y cuerpo, como si fueran dos realidades paralelas… incluso se habla mucho de las funciones de cada parte del cerebro o de las hormonas o neurotransmisores que se necesitan para estar contento, motivado, etc. Me atrevo a calificar este tipo de afirmaciones como neurotonterías, pues ofrecen una visión reduccionista del asunto. El cerebro está en el cuerpo, no es una realidad diferente, ni aislada… sino que están íntimamente integrados. Es por ello que para tener un estado de ánimo determinado o una actitud concreta, cuerpo y cerebro van de la mano.
A través del movimiento y la posición del cuerpo estamos constantemente transmitiendo información a quienes nos rodean. En ocasiones un movimiento como fruncir el ceño, puede significar más que cualquier palabra que lo acompañe. Además, de alguna manera, el movimiento y la posición corporal nos ofrecen feedback sobre nosotros mismos y pueden incluso cambiar nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad de aprendizaje o nuestra percepción sobre las cosas. Así que podemos concluir que tanto el movimiento como la postura de nuestro cuerpo, ofrece información de doble vía: hacia los demás y hacia nosotros mismos.
Por ejemplo, sabemos que la posición corporal influye en la memoria (Michalak et al. 2014). Se ha demostrado científicamente que recordamos más palabras negativas cuando estamos en una posición inclinada mientras que cuando estamos rectos recordamos más palabras positivas. O por ejemplo, apoyar la cabeza en una mano mientras tratas de comprender o memorizar un texto, te resultará más difícil que si te sientas erguido, pues reforzarás la actividad del sistema parasimpático que lo que busca es que te relajes y finalmente te duermas.
En algunos colegios en los que integran la neurociencia en sus metodologías, los alumnos cambian de clase con cada cambio de asignatura y mantienen aulas temáticas. De esta manera, son los alumnos y no el profesor los que se mueven entre clase y clase, activando de nuevo el ciclo atencional y facilitando su aprendizaje. Por ejemplo, esta práctica se realiza en el Colegio Virgen de Europa de Madrid (en twitter @Colegio_CVE y en instagram @colegiovirgendeeuropac), uno de los más innovadores en España, en el que además apuestan por el deporte integrándolo con más protagonismo que en otros centros en su curriculum. Se ha demostrado que con solo 15 minutos de movimiento y estiramientos antes de cada jornada de trabajo o estudio, la capacidad atencional aumenta en niños y adultos. Las evidencias científicas son contundentes al respecto, pero no son tomadas en cuenta por las autoridades… Si hacemos nuestras estas sencillas pautas avaladas por la ciencia y con bastante sentido común, podemos evidenciar mejoras en nuestro propio rendimiento día a día. Así que no te olvides de:
- Cuidar tu postura corporal: siempre mejor erguido.
- Hacer descansos activos entre actividad y actividad.
Y #PongamosDeModaElMovimiento