“Si quieres que otros sean felices practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión”. Dalai Lama
Chade-Meng Tan, ingeniero emblemático de Google –fue su empleado número 107–, llevó hasta el gigante norteamericano el mindfulness y la compasión, con tal éxito que hoy se dedica a su sueño más preciado: crear las condiciones para la paz mundial durante su vida. Sin duda es un gran objetivo pero tiene bien pensado cómo va a hacerlo. Lo cuenta en este vídeo de TED, por lo que no me voy a detener en los detalles. Lo que sí quiero hacer es extraer la esencia y poner mi pequeño granito de arena en su maravilloso sueño. Así que vamos a sintetizar cómo la compasión en las organizaciones revierte en beneficios no solo individuales sino también sociales y, por supuesto, económicos.
Primer beneficio de la compasión: crea líderes de negocios altamente efectivos.
El exingeniero de Google explica los tres componentes de la compasión: el afectivo, que es “yo siento por ti”; el cognitivo, que es “yo te entiendo”; y el de motivación, que es “yo quiero ayudarte”. Vemos que estamos hablando de algo más que de empatía y que la compasión nada tiene que ver con el componente negativo de “tener pena o lástima” de alguien, que solemos darle en la cultura latina.
En su libro Empresas que sobresalen, Jim Collins expone cómo los líderes de “nivel 5” son los que logran llevar a una empresa de algo bueno a algo grande. Su perfil habla de personas altamente capacitadas, que poseen dos cualidades importantes: humildad y ambición. Es decir, son muy ambiciosos pero en busca del bien común, lo que les vacuna contra la necesidad de inflar sus propios egos. Estas cualidades, en el contexto de la compasión, son los componentes cognitivos, afectivos y de motivación. Tal y como dice Meng: la compasión es la manera de crear líderes de nivel 5. “Y este es el primer beneficio de negocio convincente”.
Segundo beneficio de la compasión: tener mano de obra inspirada.
Los empleados se inspiran mutuamente hacia el bien común. Eso crea una comunidad vibrante, con energía, en la que las personas se admiran y respetan. En el vídeo Meng expone casos preciosos de los empleados de Google: “Uno llega al trabajo por la mañana y trabaja con tres tipos que de pronto deciden construir un hospital en la India. ¡Cómo no vamos a sentirnos inspirados por estas personas! ¡Los propios compañeros! Esta inspiración mutua promueve la colaboración, la iniciativa y la creatividad. Nos vuelve una empresa altamente efectiva”.
¿La fórmula secreta para fraguar la compasión en un entorno empresarial?
- Crear una cultura apasionada por el bien común. Pensar siempre en cómo tu empresa y tu trabajo contribuyen a ello.
- Autonomía. Si ya existe una cultura de compasión en tu organización, en tu equipo, permite a las personas moverse con libertad, harán lo correcto. Así que huye del micromanagement.
- Centrarse en el desarrollo interior y en el crecimiento personal. En Google, explica Meng, el enfoque de desarrollo del liderazgo hace mucho hincapié en las cualidades interiores como conciencia de uno mismo, autorregulación, empatía y compasión. “Creemos que el liderazgo empieza con el carácter. Incluso creamos un plan de estudios de siete semanas en inteligencia emocional que llamamos en broma ‘Buscar dentro de ti mismo’”, que, a su vez, tiene otros tres pasos.
Entrenamiento de la atención. La atención es la base de todas las capacidades cognitivas y emocionales. La idea es entrenar la atención para crear una calidad mental calmada y clara al mismo tiempo.
Desarrollar el autoconocimiento y el autodominio. Así, usando la atención creamos una percepción de alta resolución en los procesos cognitivos y emocionales. ¿Qué significa eso? Significa ser capaces de observar nuestro flujo de pensamiento y el proceso de la emoción con mucha claridad y objetividad, desde una perspectiva en tercera persona.
Crear nuevos hábitos mentales. Meng nos propone lo siguiente: “Imaginen que cuando conocen o se encuentran a otra persona, su primer pensamiento instintivo, fuera: Quiero que seas feliz. Quiero que seas feliz”. Tener este hábito mental cambia todo en el trabajo y en la vida. Esta buena voluntad genera confianza, base para que las relaciones funcionen.
Mi propuesta no es que me hagas caso a mí… sino que veas este magnífico vídeo e investigues un poquito para que puedas aplicarlo en tu día a día, promoviendo la compasión allá donde vayas. ¿Te he convencido?
Enlaces relacionados:
https://hbr.org/2018/02/how-to-cultivate-gratitude-compassion-and-pride-on-your-team
http://www.ticbeat.com/empresa-b2b/el-rasgo-que-realmente-diferencia-a-un-buen-lider-segun-harvard/
https://hbr.org/2015/05/why-compassion-is-a-better-managerial-tactic-than-toughness