Si no tienes la visibilidad que crees merecer, en vez de quejarte, que es contraproducente y no lleva a ningún sitio, aprende a poner en valor tu talento. Sí, tenemos que aprender a vendernos… y, desde mipunto de vista, a todos. Nunca sabes dónde va a surgir una oportunidad y lo importante es que cuando surja, se acuerden de ti… y es más probable que suceda si llegas a más personas. En este sentido, venderse tiene que ver con una forma de estar y con poner en valor lo que haces mejor. Por otro lado, es evidente que se promociona más al que mejor se vende. Si sabes mucho pero nadie lo sabe… no llegarás lejos. Es fundamental que se vea tu conocimiento, tu experiencia… o mejor dicho tu talento. De hecho, el talento tiene que ver con el valor, en sus orígenes era una moneda que permitía valorar las cosas. En este caso venderse sería poner en valor lo que sabes hacer mejor. Así que quitémonos los prejuicios y aprendamos a hacernos visibles, ¡aprendamos a creer en nosotros!
Por otro lado, es inútil dedicar energías a la queja, mejor emplearlas en ofrecer, compartir, aportar. Es importante tener en cuenta que la promoción es una consecuencia de nuestro buen hacer. Por otra parte, si te quejas y haces notar que te lo mereces, la persona que toma la decisión se sentirá mal cerca de ti… sobre todo porque a quien le tiene que parecer que lo mereces es a ella o ellas. No es una buena estrategia, ni siquiera para nosotros. Estar en esa rumia mental nos hace muy infelices y nos hará miembros de honor del club de los tóxicos. Una vez oí esta frase que creo define exactamente los beneficios de la queja, y dice: “La queja es un falso sentido de logro, lo único que logras es tu propia queja”. Pero ya añadiría aún más: sembrar el malestar en uno mismo y en nuestro entorno.
Así pues, propongo estas claves para para hacernos visibles
– Lo primero, destierra la falsa creencia de que venderse es negativo. Es un tema cultural, los latinos tendemos a evitar vendernos porque lo relacionamos con arrogancia, falsedad, superioridad… actitudes que en otras culturas como la estadounidense, no tienen cabida.
– No vendas humo. Es imposible ser bueno en todo, destacalo que es destacable no todo lo que haces o cosas que no tienen que ver contigo o son falsas.
– Pon foco. Es fundamental que centres el tiro en lo que vendes, menos es más en este caso. Es clave que te identifiquen con tu talento, no que piensen que eres un “chico o chica para todo”
– Sé humilde. Es clave venderse con propiedad, con evidencias y con realidad. La humildad no hace aspavientos ni es exagerada.
– Busca un rol model, una persona que se venda bien, que a tí te gusta y fíjate cómo lo hace. Después hazlo tuyo e incorpóralo a tu estilo personal.
– La colaboración es clave, relaciónate con otras personas diferentes a las habituales, participa en proyectos transversales y con otros departamentos.
– Ten preparado tu elevator pitch, por si tienes la oportunidad de hablar sobre tu talento a alguien importante en poco tiempo.
Pero sobre todo cree en ti y reinvéntate constantemente. Si no sabes cómo, te sugiero que leas “Reinventando tu marca personal” de Dorie Clark y “Si quieres triunfar, haz valer tu trabajo” de Pilar Jericó. ¡Te darán claves! ¡Buena suerte!