Hoy me ha llegado un artículo de José María Gasalla, que me ha hecho reflexionar profundamente. Aquí recojo un extracto del mismo, que lo disfrutéis:
¡Ya esta bien de tanto análisis, de tantas cifras y de tanto esperar que otros (Obama, Zapatero o los Chinos) nos saquen del atolladero. Es curioso que nadie se lo pida a los que nos metieron en esta situación. Esta claro que el que espera…desespera. Es tiempo de ponernos en marcha…una nueva marcha. No un continuar con una marcha ya contrastada ya que la realidad es muy diferente. ¿Por qué no aprovechamos para trabajar en nosotros una posible renovación? Acuérdate de la frase atribuida al Ghost de Airton Senna: “No podemos volver atrás y hacer un nuevo comienzo, más podemos recomenzar y hacer un nuevo final”
¿Estamos convencidos de ese poder nuestro? Y, ¿estamos ya dispuestos? ¿O quizás no es el momento? o, ¿”es demasiado tarde”?.
Esta bien, cada uno elige que hacer con su vida, (excepto los desheredados del Mundo). Al menos, entonces, ¡no te quejes, no llores, no te justifiques, no te lamentes! ¿O es que te gusta eso de ir de victima?
“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente”
Khalil Gibran
¡Como nos gusta que lo de alrededor no cambie para seguir…como siempre! Y si las cosas no nos van bien, entonces estamos deseando que todo cambie para que podamos arreglar nuestra situación. El caso es no cambiar. Asentarnos en nuestra posición…de funcionario, de empleado, de alto ejecutivo o de esposo, padre o amigo.
Crisis significa ruptura. Ruptura del sistema anterior. Y eso exige que tengamos imaginación para crear un nuevo sistema. Ya no se trata de mejorar marginalmente el sistema anterior. Eso sería seguir haciendo…más de lo mismo. Lo que hemos hecho durante las épocas de bonanza. Eran cambios casi siempre de fachada, de envoltorio, de pelaje pero casi siempre sin tocar la médula. Esta es nuestra gran ocasión. Tenemos que desperezarnos, sentirnos incómodos, recurrir a esas competencias que casi nunca utilizamos pero sin embargo tenemos…y actuar con coraje. Abrirnos a nuevos parajes, con diferentes compañeros de viaje y sin acomodarnos en lo que nos resulta fácil.
Las crisis sirven para plantearnos nuevos desafíos, nuevas conquistas avanzando, dando un salto en la nuestra propia de nuestro crecimiento como seres humanos. Y este tipo de travesía refuerza nuestra autoconfianza. Nos permite probarnos en diferentes singladuras, descubrir nuevas oportunidades, nuevos escenarios, nuevas relaciones…nueva vida. Y disfrutar de ese camino nunca transitado por nosotros hasta ahora.
¡Emprende, viaja, descubre, disfruta, vive!
¡Recuerda el maravilloso “Viaje a Ítaca”!
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas ni a los lestrigones ni a los cíclopes
o el colérico Poseidón.
No te encontraras tales seres en el camino
si mantienes elevado tu pensamiento
y es exquisita la emoción
que te toca el espíritu y el cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al feroz Poseidón encontraras
si no los llevas dentro del corazón
si nos lo pone ante ti tu corazón.
Pide que el camino sea largo
que sean muchas las mañanas de verano
en que -¡con qué placer y alegría!-
entres en puertos antes nunca vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finas mercancías,
madreperla y coral, ámbar y ébano,
y voluptuosos perfumes de todo tipo,
tantos perfumes voluptuosos como puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
para que aprendas y aprendas de los sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Pero no apresures el viaje.
Mejor que dure muchos años
que ya viejo llegues a la isla
enriquecido de cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Parecería no tener nada más que darte
y aunque creas hallarla pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio te has vuelto,
con tantas experiencias,
habrás comprendido
lo que significan las ÍTACAS.
Cavafis