Por Montse Mateos en Publicado en Expansión.com
Las empresas quieren resultados de negocio, una espada de Damocles que cae irremediablemente sobre los líderes. Pero además, los directivos tienen ante sí otros retos: gestionar sus equipos, ser multitarea y no despistar su imagen en las redes sociales. ¿Cómo evitar que esta hiperactividad les bloquee?
Cambiamos de ventana o de programa en el ordenador unas 36 veces por hora, y en una jornada laboral podemos llegar a visitar hasta 40 páginas webs distintas. Esto supone una pérdida –llámese también inversión- de tiempo considerable que aleja a cualquier profesional de sus obligaciones. La multitarea puede llegar a bloquear y más en estos momentos en que la consecución de resultados se impone como una obligación laboral para mantener el puesto de trabajo.
Marta Romo, socia directora de Be-Up, advierte que nuestra densidad de atención es limitada y nos demuestra que no podemos abarcar más de cuatro conceptos a la vez cuando uno de ellos es nuevo. Más grave aún es si a las actividades habituales sumamos otras inesperadas nos volvemos ineficaces. “Expertos neurocientíficos ya hablan del síndrome del liderazgo bloqueado, que sucede cuando el cerebro, literalmente, se sobrecarga y no puede procesar la información con fluidez, ni dar respuestas creativas”, añade Romo. Si su jefe padece algunos de estos síntomas prepárese, porque tendrá consecuencias negativas en su trabajo diario.
Gestionar de forma adecuada el tiempo es uno de los mejores antídotos para atajar el bloqueo. Uno de los hábitos más saludables para nuestro cerebro es el que recomienda Romo: “Limitar el uso del correo electrónico y las redes sociales a determinados momentos del día y, sobre todo, no responder a demanda si no es algo realmente urgente”. Precisamente éste es uno de los errores de los líderes bloqueados que destaca José Ignacio Echegaray, socio de Persona: “Están más preocupados por lo urgente que por lo importante”.
Para no acabar atrapado en una maraña de correos electrónicos, el experto en gestión de recursos humanos recomienda designar una persona de confianza, que filtre los emails: “Esta criba permite al líder una actividad sana en las redes sociales y tener al día sus correos electrónicos”.
Cómo escapar del bloqueo
La presión del mercado es uno de los culpables del bloqueo directivo, pero los buenos líderes saben que sacar los resultados de negocio es intrínseco a su función, incluso en los momentos de adversidad. Echegaray asegura que la mejor manera de conseguir esos objetivos es dando autonomía y responsabilidad a cada uno de los miembros de su equipo: “Para ello es imprescindible que confíe en sus profesionales, y que el jefe transmita también esa confianza que demanda”.
La socia de Be-Up recuerda que hacer menos es más: “Emplear todo el día en hacer mil cosas es un síntoma de vagancia, porque nos dedicamos a acciones indiscriminadas y normalmente de poco impacto. No hacemos lo realmente importante”. Por este motivo recomienda a los directivos buscar la productividad personal dedicando menos recursos para conseguir sus objetivos, “eso pasa necesariamente por la planificación y la reducción de tareas”.
La solución puede ser tan sencilla como saber gestionar recursos y personas, una tarea que muchos líderes tienen enterrada por la urgencia de los resultados de negocio. El socio de Persona apunta que la multitarea no es algo que realmente bloquee al directivo si realmente éste es capaz de delegar en sus equipos.
Admitir los errores y saber gestionarlos de forma adecuada también puede convertirse en la mejor medicina para evitar ese bloqueo. Echegaray señala que es la mejor vía para innovar, “si eres un líder que no admites errores no innovarás nunca”. Y en esta labor, el jefe nunca tiene que olvidar sus objetivos, “tiene que organizarse y potenciar su faceta como estratega de primer orden, que es lo que demanda el mercado. Debe conseguir que su equipo cumpla sus retos pero sin renunciar a su visión de negocio”.
Por último, uno de los ejercicios más sanos para decir adiós al bloqueo es ser capaz de desconectar. “Disfruta de la desconexión virtual real”, dice Romo, “cuando estés con tus amigos apaga el móvil, no caigas en la tentación de responder. Está demostrado: no podemos descansar si seguimos conectados mentalmente”.