Hoy quiero ponerme muy concreta y hablar del tema de los emprendedores ofreciendo soluciones reales. Así que si te lo estás pensando, o acabas de empezar como autónomo… sigue leyendo. ¿Por qué? Porque soy una de ellos y porque cada vez recibo más tweets y correos sobre lo difícil que es lanzarse a la aventura… mucha queja, mucha duda, miedos, que llevan al bloqueo y la parálisis. Normal, la mente nos juega malas pasadas a la hora de emprender, porque no soporta la incertidumbre.
Desde mi punto de vista, los emprendedores de hoy en día piensan de manera diferente a los que emprendían hace años. ¿Tú que crees? Yo creo que antes emprendía el que podía, quien tenía dinero y apoyo para hacerlo, con alguna referencia en su familia o entorno cercano. Y no eran emprendedores sino bichos raros o héroes los que lograban abrirse paso simplemente con una idea genial… Y al final, la mayoría caían en el saco de los llamados inventores que salvo unos pocos conseguía vivir de sus patentes. Aunque esto de lanzarse a la aventura empresarial sigue siendo de valientes, cada vez más personas se mueven hacia esta opción, como una forma más allá de buscarse la vida… Lo eligen, bien porque no les queda más remedio o bien porque sienten una clara vocación, una fuerte llamada a vivir sus proyectos profesionales como vitales.
¿Y qué es lo que hace diferentes a los que consiguen ser emprendedores? Básicamente buscan cumplir un sueño, el dinero ya no es la principal motivación como sucedía antaño. Diversas investigaciones, como por ejemplo la desarrollada por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y financiada por la Reserva Federal de EEUU, demuestran que cuando se introducen en el trabajo las capacidades mentales, la ecuación “a más dinero más se produce”, no funciona. Son cualidades como la autonomía, el disfrute, la colaboración, las que libres de toda coacción son capaces de aumentar la riqueza. Por eso, me atrevo a afirmar que los emprendedores han dado la vuelta a la pirámide motivacional de Maslow y en su base, como primer peldaño, colocan la autorrealización… el beneficio económico es una consecuencia, viene después.
Tener una idea genial no es lo importante, la clave es saber relacionarse para conseguir impactar a más personas (potenciales clientes), saber negociar para lograr mejores acuerdos con los proveedores, saber moverse para conseguir financiación… En definitiva, entrar en acción para poner en valor todas tus habilidades. ¿Y si no tienes todas las habilidades que se supone necesitas? Pues empieza ya a entrenarlas, no hay otra manera de desarrollarte. Puedes leer un buen libro sobre el tema, sí, pero entra en acción y da el primer paso y el segundo y el tercero… Así irás nutriéndote de experiencias y feedback sobre cómo lo haces. No tienes nada que perder, solo desarrollarte. Así que apúntate al gimnasio del talento que es la acción. Puedes inspirarte en estas historias de emprendedores que entraron en acción sin pensárselo mucho:
- Felicitas Garces, que con 92 años acaba de abrir su séptima tienda de ropa y que comenzó con 13 años cosiendo uniformes.
- Ingvar Kamprad, el fundador de Ikea que comenzó vendiendo cerillas.
- Jeff Bezos, creador de la primera librería virtual Amazon.com, que comenzó su primer negocio cuando era solo un niño.
- Tere Cazola, que ha conseguido que sus dulces sean un referente mundial… desde la cocina de su casa al mundo y que habla del “ensayo y error” como su mayor fuente de conocimiento y riqueza.
Pues sí, estoy hablando de empezar desde cero, sí. Porque si empiezas desde ahí, solo tienes una opción: sumar. ¿Y si no tienes dinero para dar el primer paso, para empezar a funcionar? ¡Pues tampoco tienes excusa! Aunque probablemente pensarás que cuando hablamos de emprender… todo pasa por hacerse autónomo y eso asusta… pues las personas autónomas representan uno de los colectivos más desprotegidos en materia económico-social por la individualidad de la actividad. Pero, repito no vale como queja, ni como pega, ni como objeción. Puedes buscarte la vida con multitud de iniciativas que apoyan a los autónomos, para afrontar los gastos iniciales que sí, son importantes (cuotas de la Seguridad Social, gastos por el inicio de actividad, tasas por la obtención de licencias u obras, gestoría, asesoramiento fiscal, etc.). Y como he dicho que en este post iba a dar soluciones, aquí tienes una que he encontrado para los que viven en Barcelona (tienes que estar empadronado), una subvención de el Ayuntamiento de Barcelona a través de @barcelonactiva para las personas autónomas que se hayan dado de alta desde enero de 2015 y hayan estado previamente en el paro. Esta subvención será de hasta 3.600 € entre 30 y 39 años o de hasta 4.000 € en caso de que la persona autónoma tenga 30 años o menos, o más de 45 años en el momento del alta fiscal. No está nada mal, me hubiera encantado tener ese apoyo en mis inicios… La verdad es que con este tipo de ayudas, te puedes ahorrar todos esos gastos que te pueden asustar al inicio de la actividad. ¿Ves como no hay excusas? Si conocéis más iniciativas de este tipo en otros lugares, no dudéis en haceros eco, me encantaría que a través de los comentarios, compartieras esa información para ayudar a más gente que esté con dudas o que tenga dificultades para lanzarse.
Por cierto, date prisa si quieres acceder a esta ayuda pues la campaña termina el 30 de noviembre. ¡Actúa! 😉 😉 Aquí tienes la info: http://bit.ly/llançat_